El pasado 17 de Abril de 2016 mientras mis compañeros participaban en la Cursa organizada por nuestro club en Fraga, se iniciaba otro reto en mi pueblo, Mequinenza; la primera vez que la marcha senderista se disputaba en modalidad trail-running, se trataba de 23 km con un desnivel de 822m, algo considerado por mis 2 compañeras y por mí como nuestro gran reto:  conseguir terminar sin apenas haber podido entrenar. Nuestra filosofía era para nosotras la mejor, sin presión y a disfrutar.
La salida se dio a las 8:00 de la mañana y aunque significara madrugar mucho, después lo agradecimos ya que el sol a mitad recorrido empezó a calentar.
Salimos desde el Club Náutico y atravesamos todo el pueblo viejo por la zona del portal hasta el edificio de los museos, cruzamos el puente dirección la presa, subimos hasta lo alto del pantano y lo bordeamos durante 6 km, mientras contemplando el pantano, no nos dimos ni cuenta que ya habíamos llegado al primer avituallamiento y poco después a la N-211 y ascendimos hasta la zona de los Auts, llevábamos alrededor de 10 km y no deseábamos todavía el final, era como si a pesar de las cuestas nuestras piernas supieran que estábamos aún a mitad camino. El paisaje, ya lejos del río seguía siendo bonito, fincas tradicionales, caminos centenarios….
En el km 14 después del avituallamiento empezamos a notar la sobrecarga en las piernas pero la idea de que lo estábamos consiguiendo hacía que pensáramos sólo en acabarla.
Al llegar al tercer avituallamiento sobre los 19 km ni siquiera paramos, pues sabíamos que al empezar a descender el barranco por la sinuosa senda veríamos ya nuestro pueblo. Y así fue!!!, tras el duro descenso donde las ramas arañaban nuestras piernas ya casi agotadas divisamos el puente,  estábamos casi en el final!!!
Al cruzar el puente volvimos a pasar por el pueblo viejo pero no por lo fácil….. jajaja, me río porque el retorno al club náutico debía hacerse por el mismo trayecto por el cual habíamos empezado, es decir por la calle de arriba del todo, la que corta la montaña y no junto al río. Allí me di cuenta de las calles tan empinadas  que antiguamente tenían…..
Mi reloj marcaba 22 km cuando lo único que deseaba era terminar andando, pero la cabeza puede más que todo eso, e indudablemente el gran equipo que mantuvimos mis compañeras y yo a lo largo de todo el recorrido siempre juntas.
Finalmente llegamos al Club Capri donde todos los participantes de la modalidad trail-running nos esperaban con grandes ánimos y …… cruzamos la meta….siiiiiii marcando el reloj 23,400m.
¡¡¡Lo habíamos conseguidoooo!!!!! 
Defino mi experiencia como esfuerzo, constancia, sacrificio y grandes dosis de compañerismo, para repetir!!
Eva Berenguer

Por javika

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