Sábado 16 de mayo, tres de la madrugada, ando por las calles de Fraga cargado con una mochila y una bolsa. Me encuentro con Enrique Badía y partimos hacia la población de Paüls en el Bajo Ebro. Quizás podemos intuir algo de lo que nos espera, pero uno poco se puede imaginar del día que va a vivir. Por mucho que te puedan explicar, poco se parece a lo que puedes sentir. La TrencaCims de Paüls no es una carrera, es una fiesta del voluntariado y del corredor, es una vivencia que uno no olvida nunca. Será difícil hacer una crónica a la altura de este gran evento.
Cuando llegamos a la pequeña villa, las calles están llenas de corredores. Aún es negra noche y fuertes rachas de viento nos azotan continuamente. Recogemos los dorsales y nos refugiamos en el pabellón municipal, donde tendremos tiempo para intercambiar impresiones con otros corredores. A las 6:30h los deportistas que completarán la distancia de 50km y 4.000m D+ se disponen en la línea de salida, entre ellos Enrique Badía. Con los acordes de la canción «La preso del rey de França» de Eléctrica Dharma y decenas de voluntarios dispuestos a ambos lados de la calle con antorchas de fuego se da un inició que pone la piel de gallina a cualquiera.
Aprovecho para dar una vuelta por las empinadas calles de Paüls antes de empezar a correr y disfrutar de un entorno incomparable. A las 8:30h bajo la música de Piratas del Caribe emprendemos un mágico viaje por el Parque Natural de los Puertos de Tortosa – Beceit. El día soleado y la temperatura agradable van acompañados de un viento terrorífico que pondrá nuestro equilibrio a prueba en numerosas ocasiones.
Los primeros metros ya son cañeros de por sí atravesando las calles del pueblo para acto seguido tomar una senda hacia Glories de Capellà. Ahora empieza lo bueno, subida por un precioso barranco que nos llevar directos a la Font de Monsagre. Ante nosotros se abre una espectacular pared vertical por la cual podremos trepar fácilmente para finalmente atravesar una grieta natural que nos llevará directamente a la cima. Momento a partir del cual podré experimentar de primera mano la fuerza que puede alcanzar el viento que, será capaz de echarme por los suelos en dos ocasiones ¡IM-PRE-SIO-NAN-TE! ¿Pero qué serían las Tierras del Ebro sin el viento?
Enrique Badia durante la carrera
Mientras pienso si llenar la mochila de piedras, sigo hacia el Tossal d’Engrilló disfrutando de unos parajes espectaculares. En la TrencaCims de Paüls para nada encuentras a faltar los Pirineos, sus abruptos parajes son únicos. Una vez en el Tossal se inicia un fuerte descenso que tras un pequeño repecho nos lleva a Gilaberta. Tras unos kilómetros afrontamos el ascenso más duro de la jornada por una preciosa ladera. En este punto me encuentro con el incasable Ramón Ferrer, quien me hace unas preciosas fotografías que podéis disfrutar al pie de la crónica. Su labor carrera tras carrera es espectacular, personas así son una joya.
Otro descenso hasta el Coll de l’Avenc para iniciar el último ascenso de la jornada. Por delante prácticamente 5km de descenso ininterrumpido que disfrutaré a lo grande. Las piernas acumulan cansancio, pero es irresistible lanzarse por un descenso con un trazado sensacional.
La llegada a la población es espléndida, mucho ambiente en las calles y un constante de halagos que ponen rojo al más pintado. Cruzar la línea de meta es una satisfacción tremenda tras completar un circuito tan exigente con un tiempo de 3h 53’. La belleza de los parajes y la amabilidad de los voluntarios te absorbe en un mundo paradisíaco, el cansancio no existe, sólo existe la felicidad. Por lo que hace a Enrique Badia completó el trazado tras 10h 03’ a ritmo tranquilo, dado que hace un par de semana afrontó un Ultra Trail ¡Una autentica cabra montañesa!
En meta todos los atletas podemos disfrutar de un delicioso plato de pasta, longaniza, morcilla, pan con tomate y… ¡cerveza a destajo! Unos instantes geniales para disfrutar con gente tan extraordinaria como Ramón Ferrer, Francisco Javier Sanagustin, Maricruz Aragón y Enrique Badia.
En resumen, una carrera exigente, corriendo por debajo de 1.500m sin encontrar a faltar los Pirineos y con unos voluntarios de lujo. Podría decir que nos tratan como reyes, pero no diría la verdad, ya quisieran los reyes recibir el trato que recibimos nosotros. TrencaCims es una carrera que todo corredor debe hacer, es una experiencia que no se olvida nunca. Eso sí, si vas, nunca podrás dejar de volver. Enhorabona Paüls! Fins aviat!