Correr en un entorno incomparable, rodeados de volcanes y de una naturaleza exuberante. Superar mil y un desniveles, superar el dolor intenso de unas piernas permanentemente entumecidas. Este es el peaje que hay que pagar para enfrentarse a la orografía extrema de la isla de La Palma. Conocida también como la Isla Verde o Isla Bonita, que sin lugar a dudas, lo es. En este incomparable marco nos encontrábamos dos fragatinos, con el objetivo de participar en la Transvulcania: Jorge Chiné y Guillem San Martín.
Destacar que esta isla es la que cuenta con un mayor número de erupciones históricas registradas, además de ser la isla donde tuvo lugar la penúltima manifestación volcánica. La isla es preciosa, con grandes contrastes. Desde los desérticos volcanes más recientes, hasta las zonas de laurisilva, pasando por las grandes extensiones de pinares o, por supuesto, las plantaciones de plátano y viña. Las erupciones, congeladas por el paso del tiempo, parecen moverse, como si la erupción hubiera ocurrido apenas hace unas horas. Estar en La Palma es como estar en un sueño, recorriendo la isla te das cuenta que tiene vida propia. Su magia te envuelve y te enamora.
Maratón de Transvulcania (45km & 1.884 m D+)
Jorge Chiné se desplazaba hasta La Palama con el objetivo de debutar en un maratón de montaña. Nada más y nada menos que una de las más importantes del mundo con presencia de los mejores atletas a nivel internacional. Durante las horas previas el nerviosismo era evidente en su mirada, así como la ilusión por completar este pedazo reto que se había marcado. A pesar de la dureza y exigencia del recorrido consiguió completar tal reto. Aunque según explica, los últimos kilómetros se le hicieron muy duros, pero tirando de épica consiguió ese gran triunfo personal ¡Enorme Jorge!
Ultramaratón Transvulcania Naviera Armas (74km & 4.350m D+)
Tras años soñándolo, por fin estaba allí, en la Transvulcania. Una de las carreras de ultrafondo más importantes del mundo. La prueba es puntuable para el Campeonato del Mundo de Ultra Trail (Sky Running World Series), motivo por el cual reúne año tras año a un gran número de atletas de élite. Prácticamente un centenar de países están representados en la línea de salida, con cerca de 2.000 participantes.
A pesar de disputar la prueba con apenas un mes de entrenamiento, tras una larga lesión que me ha dejado parado algo más de tres meses, puedo decir que el resultado ha sido muy satisfactorio. Me encontré muy cómodo hasta el kilómetro 51. Pero a partir de ese punto las piernas empezaron a flaquear. Aun así, pude finalizar la prueba. Los dos últimos kilómetros saben a gloria, personas animándote por todos los sitios, los más pequeños te chocan la mano, te ven como un héroe, es una pasada. Son unos momentos muy especiales. El público te lleva en volandas hasta meta. Los últimos metros son muy emotivos, a través de la alfombra naranja, con un pasillo repleto de gente. No hay dolor, no hay sufrimiento, solo alegría y satisfacción ¡Gracias palmeros!
Uno de mis puntos favoritos, fue rodear la Caldera de Tabueriente. A nuestros pies, había un inmenso mar de nubes, pero las vistas eran sobrecogedoras. Con acantilados de hasta 2.000m de caída libre en ambas vertientes. Uno no puede evitar enamorarse de tal paisaje. Aunque tengo muy buen recuerdo de todo el recorrido, en especial, de la multitud de gente que nos encontramos los corredores animando durante todo el recorrido, me sentí como en casa.
Guillem Arnau San Martín Guiral