Después de cinco años he vuelto a Salou con nuestro amigo y compañero Gonzalo Marañá (buena persona). He vuelto por revivir viejas sensaciones perdidas, a esas carreras a las que antaño participábamos cuatro o como mucho seis personas, no éramos más. Hoy miro el club y madre mía como ha cambiado la cosa (para bien). La verdad, que dicha carrera me ha defraudado: poca gente, poca animación, la llegada desangelada y la pasta party que siempre nos ofrecían a la llegada ha desaparecido. Al menos la organización perfecta. La carrera es muy exigente y la parte más dura era a partir del km 15, pero mi sorpresa ha sido que la parte más dura la hemos repetido dos veces (toboganes de la pineda y tachuela de Salou). Hemos llegado fundidos. Pero bueno, ha hecho mucho aire, el día ha sido bueno y la compañía fenomenal.
Manolo Ramirez