De nuevo los cuatro intrépidos maratonianos volvimos a enfrentarnos al reto por excelencia, Carlos Becana, Alejandro Chueca, Antonio Quibus y Julio Cabrero, tras finalizar el año pasado la maratón de Roma comenzamos a hablar del siguiente destino, y sonó con mucha fuerza el nombre de Sevilla.
Tras inscribirnos el pasado mes de Junio y realizar todos los trámites y entrenos necesarios viajamos una vez más junto a nuestras familias el viernes día 19, tras recoger nuestros dorsales y disfrutar de la maravillosa capital hispalense nos plantamos en la línea de salida el Domingo con el objetivo claro de cruzar la meta de la mejor manera posible.
La temperatura era muy fresca y soplaba un viento bastante molesto, lo que hizo que tuviéramos que estar abrigados hasta el mismo momento de salir.
13000 runners se dieron cita en la prueba que había levantado una tremenda expectación ya que también era el campeonato de España y la prueba de acceso a la olimpiadas de Rio de Janeiro.
Los primeros kilómetros por la avenida Carlos III discurren con absoluta normalidad rodando a unos ritmos entre 4:50-5:00 min/km, tras meternos en plena ciudad llegaba una preciosa parte del recorrido junto al río Guadalquivir atravesando la Torre del Oro y La Maestranza, unos kms muy rápidos y por supuesto con el público sevillano animando en todo momento.
El paso por la media maraton lo hacemos en 1h.43 min. y las sensaciónes son fantásticas pero todos sabemos lo que nos espera en el maratón, a partir del km 30 las fuerzas escasean.
Los últimos kms por el centro de la ciudad son increíbles y cada uno vive su calvario particular hasta el estadio olímpico de la Cartuja donde se situa la meta.
Al final términamos los 4, está vez separados pero igualmente felices como en cada una de las maratones que hemos realizado, la llegada es muy espectacular y la verdad es que la carrera en general es muy recomendable.
Nuestras tiempos fueron los siguientes:
Julio Cabrero-3h 36min.
Carlos Becana-3h 41 min.
Alejandro Chueca-3h. 54min.
Antonio Quibus- 3h. 54 min
Fueron cuatro días fantásticos en Sevilla disfrutando de una ciudad increíble y una vez más del maratón, una prueba que ofrece sensaciones límite pero que te gratifica al cruzar la meta de una manera sobrecogedora.
Julio Cabrero