El pasado domingo 12 de marzo, Barcelona volvía a ser la sede de “El Reino de Filípides”. La que logran acabar los héroes, y en la que vencen poco menos que seres extraterrestres. Esa es la impronta de la Maratón. Miles de personas (20127 inscritos), cada una con su motivación, causa, promesa o meta, para poder cruzar al final de muchísimo esfuerzo los 42.195 metros que te dan la gloria y te hacen alcanzar ese éxtasis que cura el dolor de tus piernas.
La Maratón es implacablemente justa. Te devuelve a tu lugar cuando has tenido la osadía de correr por encima de tu ritmo. A veces hasta te castiga relegándote a una marca peor aún. Tiene tiempo y distancia de sobra para juzgar al corredor pretencioso.
Los vencedores de esta edición han sido (fem) la etíope Helen Bekele, y (masc) el keniata Johann Kipkemoi Chesum. El caso de éste último es un claro ejemplo de justicia. Un corredor con discapacidad, que hacía de liebre y al llegar al km. 35 ve que se está quedando solo. Espectacular. 
Cada uno, como cité antes, tiene su motivo. Y puedes ver cientos de ejemplos que te abren los ojos sobre lo llorones que a veces somos ante problemas intrascendentes. Ves a corredores ciegos, a otro con una pierna amputada y corriendo con muletas, los del grupo de “Egoismo Positivo”, empujando el carro en el que un discapacitado tiene la oportunidad de gozar de esa fiesta. Un padre llevando a su hijo, que sufre una enfermedad grave. Retratos, amuletos, camisetas, disfraces, hasta un francés transportando una Torre Eiffel.

Puedes encontrarte en cada tramo de la carrera un ejemplo de superación. El “Siempre fuerte” de Pablo Ráez, y sus circunstancias, me vino a la cabeza al llegar a un muro que parecía de las dimensiones del que Trump pretende construir.
Los maratonianos bajo cinqueños que corrieron la misma fueron:
Juan Manuel Ramírez (Manolo), Emilio Urrea, Jorge Chiné, Fernando Montull, Rodrigo Puig, Carlos Puig y Jose Antº. Fuentes.
P.D: El Maestro Manolo completó su 9ª Maratón, y ya apunta a por su décima. 
Salud y kilómetros.

Por javika

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