Dicen que el corazón tiene sueños que la razón no entiende y ciertamente así es. El sábado 19 de marzo era la fecha elegida para hacer realidad el Reto Solidario GR-261, un proyecto que nacía hace seis meses a partir de una alocada idea: unir la Comarca del Bajo Cinca de punta a punta en tan solo un día a través de los 90 kilómetros del GR-261. Cuatro atletas se lanzaban a la aventura: Enrique Badia, Jordi Puch, Raul Batista y Guillem San Martín.
Inicio del Reto Solidario GR-261 en la población de Mequinenza |
Tras meses de preparación, afinando hasta el último detalle, la meteorología no quiso ser un buen acompañante de viaje. Intensa precipitación destacó durante las horas previas al evento, lluvia que se alargaría durante el transcurso de todo el evento. El GR-261 discurre por la margen derecha de los ríos Cinca y Alcandre, desde Mequinenza hasta Chalamera, zigzagueando entre la ribera de los ríos y las sierras monegrinas, siendo caminos principalmente arcillosos. Las intensas precipitaciones dejaron los caminos repletos de barro, endureciendo notablemente el desarrollo del evento.
Cabeza de carrera a su paso por Velilla de Cinca |
Mientras los atletas avanzaban, la plaza del ayuntamiento de Torrente se iba llenando de expectación para recibirlos. Una tónica que se repetiría a lo largo de toda la jornada en las diversas poblaciones, a pesar de la lluvia. Además, la AECC del Bajo Cinca, tenía puesta en cada localidad una mesa con una urna para todo aquel que desease colaborar con la causa. Tras la llegada a Torrente aprovecharon para retomar fuerzas y avituallarse. Emprendiendo de nuevo la marcha bajo un intensa cortina de agua que los acompañaría hasta Fraga.
Ante la posibilidad de abandonar Raul respondía “No vamos a desistir, así es la montaña y este es nuestro medio”. En Fraga los atletas comieron alimentos más consistentes, como una ensalada de pasta, pero por delante aún les quedaban 54.5 kilómetros. Un nuevo grupo de atletas se mostraba dispuesto acompañarlos hasta Velilla, algunos incluso hasta Ballobar. Durante la etapa Fraga – Velilla el grupo se dividió desde el principio, Jordi, Enrique y Raúl con los corredores que los acompañaban iban delante. Guillem, mermado de fuerzas, vio reducido su ritmo y se quedó atrás. En Velilla nuevos atletas se sumaron a la “tête de la course” para emprender el camino hacia Ballobar.
Cabeza de carrera a su paso por Ballobar |
Prácticamente de noche, llegaron los atletas a Ballobar. El cansancio se empezaba a hacer patente en las caras de Raul, Enrique y Jordi. Por delante, les quedaba la peor etapa del GR-261 hasta alcanzar la población de Ontiñena. La etapa estaba muy afectada por las precipitaciones, los pies se hundían en el barro, las subidas eran resbaladizas y se debían atravesar barranqueras. “El camino en muchos puntos no existía, simplemente eran riachuelos” declaraba Enrique a su llegada a Ontiñena. Mientras, Guillem llegaba ya de noche a Ballobar, agotado, pero dispuesto a seguir adelante. Convencido, seguía hacia Ontiñena.
Guillem San Martín recuperando fuerzas en su llegada a Ballobar |
“Una etapa muy dura, he estado a punto de caer al río Alcanadre tras resbalarme. Una etapa muy salvaje, no ha sido fácil” explicaba Guillem en Ontiñena. Además añadía “Cuando he subido a la sierra he podido divisar a Jordi, Enrique y Raul, tres frontales en la lejanía, camino de Chalamera. Tan cerca y tan lejos. No han hecho falta palabras para saber que nos estábamos animando mutuamente”.
Protección Civil veló por la seguridad de los participantes. |
Mientras, Guillem avanzaba a otro ritmo, pero sin tregua alguna. Una herida en la planta del pie en los últimos kilómetros le retrasaba. Los voluntarios de Protección Civil, intranquilos al verlo cojear, le transmitieron nuevas energías a mitad de etapa. Incluso se plantearon acompañarle, fue fantástica su involucración con el evento. Los tres amigos se desplazaron a la entrada de la población para recibir a Guillem, entrando los cuatro juntos a meta. Abrazos, besos y lágrimas fueron el relevo del esfuerzo, dolor, sacrificio y pasión.
Momentos de celebración en la llegada a Chalamera |
«El reto no lo hemos superado solo nosotros, también lo han superado los atletas que se han unido en las diferentes etapas, las chicas de la AECC Bajo Cinca que nos han recibido en cada una de las etapas, los miembros del C.A. Fraga – Bajo Cinca, ayuntamientos, Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local de Fraga, Guardia Civil, familiares y amigos. Hoy, gracias a todos ellos, estamos un poco más cerca de vencer el cáncer infantil. Pero en especial, muchas gracias a Jordi, Enrique y Raul. Ha sido un placer compartir esta aventura con vosotros, sois un ejemplo de corazón, humanidad y amistad ¡Mil gracias por estos seis meses!» comentaba Guillem San Martín.
Hasta el momento se han recaudado 4.568€ y la campaña de donaciones todavía se alargará durante dos meses. El Reto Solidario GR-261 pretende recaudar 4.910€, un euro por cada uno de los metros de desnivel que tuvieron que recorrer los atletas.