La Coscollosa (km 15,5) / Monrasin |
Fin de semana muy intenso el vivido en la población de Xerta, situada en la comarca del Baix Ebre. Zona en la que uno no puede evitar sucumbir a degustar las sabrosas naranjas, conocidas por todo buen sibarita. Un año más el Club Excursionista de Xerta, organizador del Ultra Trail de les Fonts, ha mantenido el listón bien alto. No puedo negar que estoy totalmente enamorado de esta prueba y de sus gentes.
El Ultra Trail de les Fonts es una carrera de montaña dividida en tres etapas: el viernes por la noche todo comienza con la Nocturneta (23km y 350m D+), seguidamente, el sábado a las 6:00h de la mañana y con apenas descanso los corredores afrontan el Trail de les Fonts (70km y 4.000m D+) y el domingo, para finalizar el ultra, la Cursa de les Fonts (27km y 1.650m D+). Un total de 120km y 6.000m D+ en menos de 48h, solo apto para superhombres.
En mi caso repito etapa un año más, ya que la organización también permite a un número reducido de atletas apuntarse en una sola prueba. A pesar de ello, este año me desplazo a Xerta un día antes para poder disfrutar del Trail y, como no, animar a cada uno de los valientes corredores. Destacar la participación de Enrique Badia, que completo el Trail tras 11h 14’. Una etapa marcada por el intenso calor y la dureza del propio recorrido.
La Coscollosa (km 15,5) / Monrasin |
Llega el domingo y el ambiente es espectacular, realmente impresiona estar rodeado de unos tíos que llevan 93km en las piernas y van tan frescos. Ciertamente yo también me presento en un estado de forma debilitado, pero no tiene nada que ver con todos los que me rodean, llevo dos semana y media sin correr tras haber sufrido una virulenta gripe que para nada me ha permitido calzarme las bambas los días previos ¡Pero quién se atreve a decir que viene machacado con todos estos valientes al lado! No me cansaré nunca de felicitar a todos estos héroes.
La carrera comienza y los corredores atravesamos senderos verdaderamente técnicos con mucha piedra suelta que complicaba la pisada y descensos que castigan mucho. En el kilómetro 12 – 13 afronto una situación totalmente anómala para mí, primeros avisos antes de una rampa. Me he alimentado correctamente y llevo muy pocos kilómetros, aflojo el ritmo, pero a partir del km 14 tengo las rampas totalmente subidas. A pesar de todo, avanzo deseando que en la cima de la Coscollosa (km 15,5) tengan Reflex o cualquier cosa.
Foto: Monrasin |
Al llegar a la Coscollosa me indican que hasta el kilómetro 19, en la Font Nova, no tienen nada. Parece que las rampas en el fuerte descenso no duelen tanto o no las quiero percibir, así que avanzo corriendo a ritmo suave. Finalmente llego a la Font Nova muy limitado de fuerzas con la mente en blanco, supongo que para obviar cualquier sensación. Situación más propia de un Ultra Trail que no de una carrera de montaña de 27km. Me pongo las botas en el abundante avituallamiento y me facilitan réflex para la zona afectada. Supongo que toda esta sorprendente situación es debida a las dos semana y media de parón sufridas.
A partir de este punto avanzó con precaución, procurando no forzar en exceso la máquina, ya tendré días mejores. Sin más problemas que destacar alcanzo la meta tras 4h 19’, tocará seguir trabajando y recuperar la forma. En el majestuoso circuito, una vez más pude disfrutar del precioso paisaje del Montsianell, el Massís del Port, etc. Este año el terreno seco contrastaba notablemente con el exuberante Ebro, que lleva numerosos días con un caudal extraordinario inundando las zonas más cercanas al río. Una situación que para nada tiene que ver con la vivida río arriba en Aragón. Mis mejores deseos para todos ellos, esperando que muy pronto puedan recuperar la normalidad.
Foto: Monrasin |
Una vez finalizada la carrera la organización nos obsequia con una deliciosa ensalada, un buen estofado de buey y por si todo esto no era suficiente, unos deliciosos postres de los que quiero destacar les casquetes xertolines (unos pastelitos típicos de la zona). Todo ello preparado por las amabilísimas xertolines de la cocina. Punto en el que aprovecho para felicitar a todos los voluntarios que se desviven a lo largo de todo el fin de semana para que a los corredores no nos falte de nada. “Xertolins i xertolines, sou únics! sou lo millor! sou collonuts!”
No puedo acabar esta crónica sin deciros que todo corredor de montaña, al menos una vez en la vida, debe correr en Xerta este inmejorable Ultra Trail. Quizás el año que viene me atreva al reto de las tres etapas… ¡quién sabe!
Guillem San Martín