Ayer estuve conversando con Enrique Badia, el runner fragatino que consiguió hace unos días terminar la carrera de montaña más prestigiosa y probablemente más dura de las que se realizan en el mundo del trail running. La Ultra Trail del Mont Blanc (UTMB), nada menos que 166 Km. y 9.500 mts. de desnivel positivo. Una animalada, en efecto, que aún lo fue más debido a lo que ya nos suele tener acostumbrados la organización de esta carrera, modificar los trazados sobre la marcha y sin casi previo aviso, con lo que al final resultaron ser algo más de 170 Km. y más desnivel del anunciado.

Sí, a priori, para la inmensa mayoría de los mortales, es una barbaridad. Pero a medida que sigo hablando con Enrique, me doy cuenta de que no estamos hablando de una carrera sin más, del calzarse unas zapatillas y un crono y pulir kilómetros. Se trata de un reto, un reto contra la distancia, contra la altitud, contra la tenacidad y por supuesto, contra la capacidad de sufrimiento, porque como él dice: «en una ultra sabes que vas a sufrir, es inevitable. Pasas muchas horas solo en la montaña, incluso de noche. Lo peor son las 20 primeras horas, a partir de ahí todo es más llevadero, entras como en un nuevo ciclo, en el que el cansancio, los calambres y sobre todo el pensamiento en abandonar se desvanecen. Vuelves a encontrar tus fuerzas…»

Enrique terminó en la posición 234 de entre 2.500 corredores, en un tiempo de 36 horas y 42′. Nos dice:«pensaba terminarla en 32 h. pero el mal tiempo me hizo perder mucho tiempo en los controles», mientras los que lo escuchamos nos miramos perplejos y sonreimos…..

Enrique sigue contandonos con aparente frialdad su periplo por el Mont Blanc. Aunque bien sabemos los que lo conocemos que siente una gran emoción interior que le supera y que hará que, en breve, volver a correr en algún nuevo reto.

SALUT Y KILOMETRES AMIC ENRIQUE.

Club Atletismo Fraga – Bajo Cinca.