El pasado jueves 11 de septiembre nacía la Marcha Cabanes de Estós, una caminata no competitiva con el propósito de recaudar fondos para la rehabilitación de las numerosas cabañas de pastores que alberga la Vall de Estós. Refugios abiertos que en la vertiente española del Pirineo en muchas ocasiones también han tenido que sufrir actos vandálicos de algunos sinvergüenzas. Más allá de los azotes del viento, la lluvia, el hielo o los poderosos aludes.

La elección de una fecha en día laborable no fue una casualidad, dado que los organizadores de este fantástico evento preferían reunir un número controlado de participantes en su primera edición, congregando mayoritariamente gente del Valle de Benasque. Hasta allí me desplace con mi padre, mi tío y dos bajocinqueños: Santi y Pilar. Los primeros rayos de sol apenas iluminaban las cumbres del valle cuando a las siete y media de la mañana unos 150 participantes emprendíamos la marcha con una temperatura fresca y un cielo absolutamente despejado.
Valle de Estos

Mi propósito es completar el recorrido corriendo y rápidamente me separo del grupo de caminantes en busca del sendero que me llevará a enfilarme por la Vall de Estos a través del Puente de Sant Jaume (km 3.3). El imponente Perdiguero nos da la recepción a la entrada de este preciso valle pirenaico y sin grandes desniveles alcanzó la Cabaña de Santa Ana (km 6.2), punto de avituallamiento y de control. La organización ya ha preparado el avituallamiento para poderme ofrecer algo de bebida, cosa que es de agradecer. Con fuerzas recargadas salgo camino de la Palanca de la Ribera que nos lleva a cruzar el Río de Estós para, en marcado ascenso, alcanzar la Cabaña de la Coma. En este punto un joven corzo se sorprende por mi presencia y rápidamente emprende a correr, aunque se permitirá acompañarme unos metros guardando cierta distancia ¡Todo un placer!

Cabaña de Turmo / Foto: Centro Excursionista Ribagorza

Mientras el helicóptero del GREIM sobrevuela la zona, paso ante el derruido conjunto de edificios que formaban el Cuartel Militar de Estós en tiempos de dictadura, para seguidamente alcanzar en un rápido descenso la Cabaña de Turmo (si, la de la canción). La cabaña fue notablemente dañada por un gran alud este recién pasado invierno, aunque unos grandes bloques de piedra que la custodian la salvaron de lo que seguramente habría sido su total destrucción. En este punto (km 10.9) la organización dispone de un completo avituallamiento a base de longaniza y bebida. En mi caso no pude degustar la longaniza, pero muy amablemente me guardaron unos trocitos para mi llegada a meta.

Cabaña de Turmo / Foto: Centro Excursionista Ribagorza

Animado por los voluntarios que guardaban este control, me dirijo hacia el Ibonet de Batisielles a través de un sendero poco conocido que circula paralelo al Torrente del Pino el cual me llevará a enlazar con el GR 11.2. Disfrutando de las preciosas vistas que ofrece esta senda sobre el Macizo del Perdiguero alcanzo la Cabaña de Batisielles que salvaguarda al Ibonet y a sus numerosos visitantes. Un serpenteante y marcado descenso me llevará de vuelta a la Cabaña de Santa Ana (km 16.7) para ya en pista alcanzar de nuevo el Puente de Sant Jaume y posteriormente la meta en la villa de Benasque (km 23). Un fenomenal circuito que pude completar en un relajado tiempo de 2h 59’ 30”.

En este punto todos los participantes pudimos disfrutar de cerveza a destajo y como no, del merecido bocadillo de longaniza. Todo ello mientras esperaba la llegada de amigos y familiares ¡Enhorabuena por este nuevo evento!

Resultados:

  • 2h 59′ 30″ Guillem San Martín
  • 6h 30′ 01″ Josep San Martín
  • 6h 30′ 01″ Emili Grau
  • 7h 02′ 23″ Santi Ballabriga
  • 7h 02′ 23″ Pilar

FOTOS

Guillem Arnau San Martín Guiral

Por javika

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